El nuevo Gobierno debe afrontar y dar solución a las necesidades de la Educación y sus profesionales en todos sus niveles

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El Sector de Enseñanza de FeSP-UGT felicita a Isabel Celaá por su nombramiento como ministra de Educación y Formación Profesional; a Pedro Duque, como ministro de Ciencia e Innovación, y a Manuel Castells, como ministro de Universidades, y espera que la gestión que se les encomienda dé solución a los problemas y/o necesidades que tienen la Educación y sus profesionales.

El sindicato considera ineludible que el nuevo Gobierno cumpla con los compromisos anunciados en el debate de investidura y apruebe una Ley Básica que derogue la LOMCE, restaurando el equilibrio entre el derecho a la Educación y la libertad de enseñanza, y que sitúe a la educación pública como eje vertebrador del sistema educativo con la incorporación de los acuerdos con la comunidad educativa. Norma que consideramos ha de nacer con vocación de estabilidad y para hacer de la Educación una prioridad de Estado.

FeSP-UGT Enseñanza considera prioritario, entre otros aspectos, el aumento de la inversión en Educación. El anuncio de llegar al 5% del PIB en 2025, para el sindicato es insuficiente y supone retardar soluciones que precisa nuestro sistema educativo. Consideramos que ese porcentaje tendría que alcanzarse en esta legislatura e ir incrementándolo hasta alcanzar el 7% en los siguientes años.

El sindicato valora que la continuidad en la cartera de Educación debe suponer agilizar los temas que quedaron pendientes en la anterior legislatura y han abordarse con prontitud con los agentes sociales y la comunidad educativa.

Desde UGT, reclamamos a este Gobierno medidas para abordar los temas que preocupan y ocupan al profesorado en su labor diaria, entre ellos, reducir las ratios y las horas lectivas para mejorar la calidad de su trabajo; incremento y estabilidad de las plantillas; aumentar los recursos humanos y materiales para implementar medidas acordes a las características del alumnado que incidan en su formación integral; simplificar y reducir la carga burocrática en los centros escolares; facilitar herramientas y procedimientos al profesorado para mejorar la convivencia, dotándoles de estrategias que eviten problemas de indisciplina, acoso…; planificar la formación del profesorado, tanto inicial como permanente para que adquiera habilidades con las que pueda acometer los retos sociales y tecnológicos a los que se enfrenta en su labor; desarrollar una carrera profesional atractiva y flexible que reconozca económica y profesionalmente el trabajo docente; recuperar el poder adquisitivo de los docentes con incrementos salariales y con la reversión de los recortes; desarrollar un sistema transitorio de ingreso en la función pública docente que facilite la reducción de la tasa de interinidad y propicie la estabilidad; establecer y facilitar procedimientos que velen por la salud laboral de los docentes y por el reconocimiento de las enfermedades profesionales… Para abordar todos estos temas y otros pendientes de resolver, es imprescindible darle valor al diálogo social y poner en marcha las mesas de negociación colectiva, tanto de la Enseñanza Pública como en la Concertada.

Por otro lado, venimos reclamando la necesidad de dar un giro a la política de becas, de manera que las prestaciones lleguen a todo el alumnado que lo precise y que sean adecuadas a sus necesidades para evitar las desigualdades económicas, de origen y/o procedencia.

Con respecto a las carteras de Universidades y Ciencia e Innovación, exigimos una verdadera negociación en todos los ámbitos y particularmente en los apartados del Estatuto de Personal Docente e Investigador y en el desarrollo de la futura ley de universidades.

Las tres carteras, cuyos contenidos están imbricados, requieren de una gran coordinación para que no queden temas solapados o en tierra de nadie. La Educación es una inversión de futuro y por tanto los tres ministerios tienen la responsabilidad de enriquecerla y potenciarla.

Quedan muchos deberes por hacer y son muchas las asignaturas pendientes que tiene que afrontar el nuevo Gobierno. Ha de tener en cuenta que dar solución a los problemas o necesidades que tiene la Educación sin tener en cuenta a los docentes, que son la personalización del sistema educativo ante el alumnado, es una equivocación.