La crisis ha terminado para los precios, debe acabar también para los salarios

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Los datos de IPC publicados hoy por el INE muestran un descenso de los precios del 0,5% en enero respecto al mes anterior, situando la tasa interanual en el 3%. Los precios han iniciado una senda de crecimiento que, según las previsiones económicas oficiales, se consolidará durante los próximos meses hasta situar el IPC de 2017 en torno al 1,7%.

No es un dato puntual, es una tendencia, que nos ratifica en la necesidad de poner punto y final a las políticas de contención salarial y empezar a negociar incrementos salariales en línea con lo que UGT y CCOO hemos venido planteando, es decir, llevar a la negociación colectiva incrementos de salarios entre el 1,8% y el 3%.

La economía española ha salido de la recesión y está en una fase expansiva, mientras que los salarios y las condiciones de trabajo siguen sometidos a las mismas condiciones restrictivas que en los peores años de la crisis.

Los salarios de los trabajadores han sufrido recortes profundos durante la crisis (un 12,4% de recorte en el salario real del 10% de trabajos con menos ingresos, un 7% para el segundo 10%, y un 5,4% para el tercero). La renta media de los hogares ha caído un 13% desde 2009; la población en riesgo de pobreza o exclusión llega al 28,6%; el 18,1% de la población trabajadora son trabajadores pobres; el 49% de los parados están en riesgo de pobreza, y el 61% en riesgo de exclusión social.

Si la crisis ha terminado debe hacerlo para todos, y eso supone dos cosas:

  • Negociar incrementos salariales reales, partiendo de una horquilla entre el 1,8% y el 3%, para empezar a compensar las rebajas salariales de la crisis y fomentar el consumo y la inversión
  • Finiquitar la normativa laboral que se aprobó durante la crisis, a través de las reformas laborales de 2010 y 2012. Aquellas reformas se hicieron para provocar una devaluación salarial como medida de ajuste frente a la crisis. Fueron injustas entonces, y lo sería mucho más mantenerlas en un escenario económico completamente diferente.