No ser de ningún sitio. ¿Cómo construirse una identidad?

No ser ningún sitio Cómo construirse una identidad

Zineb Sahnoun llegó a España procedente de su Marruecos natal con 10 años (en 1998). Su padre ya llevaba unos años en España cuando su familia se reagrupó en Guadalajara para comenzar una vida en común. Ella, como sus hermanas y hermano empezaron a ir a la escuela en un centro de la ciudad.

Zineb empezó a ir a clase sin saber una palabra de español, recuerda que la primera clase a la que asistió fue la de música y que hacía las cosas por imitación porque no entendía una palabra de lo que estaban diciendo. Para compensar su desconocimiento del idioma asistía a las clases de compensatoria cuando había asignaturas no troncales para el resto de compañeros y compañeras de la clase. “Recuerdo que en esas clases de apoyo no había un método, no había objetivos para lograr la inserción en la clase lo antes posible; nos preguntaban cosas aleatorias y estábamos mezclados alumnos y alumnas de diferentes niveles y edades, dependía mucho de la voluntad y las ganas de hacer del profesor o profesora, recuerdo con mucho cariño a la profesora Teresa que si me ayudó y fue la primera que me vio como una estudiante más y no como una estudiante que se iría del sistema educativo al terminar la obligatoria”.

Los padres de Zineb, provienen de una familia de clase media de Marruecos y el proyecto migratorio de su padre no fue por necesidad sino por decisión propia, tanto su padre como sus familiares cercanos habían cursado estudios superiores en Marruecos así que tenían muy claro que sus hijos e hijas debían estudiar y tenían expectativas sobre ellos y ellas, el problema estaba en el entorno. Zineb relata como notaba que sus profesores no la consideraban una más y siempre tuvo que demostrar el doble para ser considerada como las demás. Todas las señales que recibía iban en la misma dirección “No vas a llegar” ahora pasados los años considera que esa falta de expectativas sobre ella la afectó mucho en su adolescencia pero que gracias a su familia ella tenía claro que quería ir a la universidad y ser una profesional cualificada en el futuro.

Reconoce que se produce una gran lucha con la identidad cuando empiezas a socializarte en tu nuevo entorno, “al principio en el colegio no se nota tanto porque eres pequeña y no hay tantas diferencias el problema viene después cuando pasas a secundaria. En ese momento te das cuenta de la diversidad en los modos de vivir y ejercen sobre ti una presión social que te hace desconectar en muchas ocasiones de tus orígenes para sentirte integrada”.

Zineb afirma que es muy fácil perderse no saber quién es uno de verdad, pero con los años se dio cuenta que para integrarse hay que ser uno mismo hacer las cosas con las que te identificas y no hacer lo que hace la masa, solo así sostiene, que puedes reafirmarte y construir tu propia identidad.

Normalmente las mujeres tienen más difícil la integración en su nuevo entorno, ella lo vio en el caso de sus padres “El hombre está en contacto con la vida y la señora se queda aislada en casa y en los guetos que se forman en los barrios donde solo se relacionan con señoras de su mismo origen”. En general los hombres trabajan fuera de casa y aprenden el idioma antes al estar en contacto con la sociedad a la que llegan; sin embargo en el caso de las mujeres la integración es más complicada porque se relacionan entre personas de sus países de origen lo que dificulta que aprendan el idioma y cuando tienen que realizar algún tipo de gestión echan mano de sus hijos para solucionarla. “Hay que tener en cuenta que muchas de estas mujeres vienen de entornos rurales muy aislados en sus países de origen y en un elevado porcentaje son analfabetas…”

Zineb considera un gran error haber desconectado del mundo árabe. Cuando llegó a España intento no relacionarse con personas de su país de origen para intentar que su integración fuera más rápida. “Recuerdo, por ejemplo, que desde que vinimos a España no teníamos parabólica en casa lo que nos ayudó a aprender español rápidamente porque muchas familias lo primero que hacen es poner una parabólica en casa para poder seguir la televisión de su país de origen, esto que tuvo el lado positivo de aprender español rápido me hizo desconectar de todo lo que había sido mi mundo hasta entonces incluido el árabe”.

Hoy, pasados los años reflexiona y concluye que le hubiera gustado estar conectada a sus costumbres porque ha visto con el tiempo que eso no implica necesariamente que no te puedas integrar de manera satisfactoria y sí que implica una pérdida de identidad y de saber de dónde vienes.  “Con el tiempo me he dado cuenta que fue un mecanismo de defensa para intentar integrarme antes, pero ahora lo considero un grave error porque en muchas ocasiones me hubiera gustado sentir que pertenecía plenamente a un grupo y además porque nunca hay que ocultar de dónde vienes si no sentirse orgullosa de ello”.

Zineb continuó estudiando, siempre con el añadido de demostrar más que los demás, estudió Filología Árabe en la Universidad Autónoma de Madrid (aunque ella siempre había querido ser médica) y completó sus estudios con una beca Erasmus en Bruselas. Para ella la experiencia de vivir sola y alejada de su entorno fue una reafirmación de quien era y de quien quería ser.

Cuando terminó su carrera, España estaba inmersa en plena crisis económica, así que contemplo la posibilidad de irse a trabajar a su país de origen. Los regresos a Marruecos siempre habían sido para ver a la familia y pasar unos días de vacaciones y a veces entre viaje y viaje podían pasar hasta 3 años. Consiguió trabajo en Tanger y como en tantos otros casos, el retorno a su país de origen no fue tan idílico como lo había planeado. Su integración en la ciudad fue difícil y tras varios meses decidió volver a España.

Una vez en España se matriculó en el master de Traducción e Interpretación de árabe – español en la Universidad de Alcalá de Henares y gracias a las prácticas consiguió trabajo en una empresa saudí en España. Actualmente trabaja en la agregaduría cultural de una Embajada en Madrid como supervisora académica.

“Ahora es diferente porque ya soy madura, antes sentía la presión de demostrar todo el rato a los demás que era buena gente, ahora digo aquí estoy yo y esta soy yo…”

(Entrevista a Zineb Sahnoun)

POR EQUIPO MUJER Y POLÍTICAS SOCIALES

Entrevista extraída de la Revista La karishina Ciudadanía Global