#orangetheworld #16días Tenemos que poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas

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La Campaña Mundial 16 Días de activismo contra la violencia de género, desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre de 2017, tiene lugar en el marco de una protesta sin precedentes en todo el mundo. Millones de personas se están movilizando mediante el hashtag #MeToo (#YoTambién), denunciando la magnitud del acoso sexual y de otras formas de violencia que las mujeres sufren todos los días en todas partes del mundo. Romper el silencio es el primer paso para transformar la cultura de la violencia de género.

La necesidad de apoyar a las personas en situación de mayor vulnerabilidad es una de las prioridades que incluye el tema de este año, “Que nadie se quede atrás: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres y niñas”, del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre) y de la celebración de la campaña ÚNETE con los 16 Días de activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres (25 de noviembre – 10 de diciembre). También, se hace eco del principio fundamental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS). Esta acción refuerza el compromiso de la FeSP-UGT para alcanzar un mundo sin violencia contra las niñas y las mujeres.

La campaña ÚNETE insta a todas las personas a unirse en la lucha contra la violencia de género usando el color naranja para aportar visibilidad a la causa. La campaña internacional se originó desde el Women’s Global Leadership Institute con la coordinación del Center for Women’s Global Leadership desde el año 1991.

Una de cada tres mujeres y niñas experimenta episodios de violencia a lo largo de su vida.  Ocurre en todos los países y dentro de todas las sociedades. Estas cifras son escandalosas y nos debe llevar a tomar parte de estas campañas. La violencia sucede en los hogares, las escuelas, las calles, el trabajo, en Internet y en los campamentos de personas refugiadas. En contextos de guerra e, incluso, en periodos de paz. Con demasiada frecuencia, se naturalizan estos episodios y no reciben el castigo que merecen.

No importa en qué lugar suceda la violencia contra las mujeres, ni la forma que adopte, ni a quién perjudique. Debe detenerse. La promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás no puede cumplirse sin poner fin a la violencia contra las mujeres.

http://interactive.unwomen.org/multimedia/infographic/violenceagainstwomen/es/index.html#closing-

http://www.un.org/es/women/endviolence/pdf/UNiTE_Brochure_sp.pdf