Un apagón de hora y media inutiliza las cámaras de seguridad y ‘subleva’ a los 1.200 presos de Zuera

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Un nido de cigüeñas fue el causante, con toda probabilidad, de una avería eléctrica que no solo dejó a oscuras el Centro Penitenciario de Zuera durante una hora y media sino que también inutilizó buena parte de sus sistemas de seguridad. Los cerca de 1.200 presos que en estos momentos ocupan la prisión zaragozana estaban ya todos en sus celdas, puesto que el fallo se registró a las 21.30. Los reclusos respondieron al súbito apagón con gritos, golpes, insultos y quema de papeles que arrojaron a los patios a través de los barrotes. Su enfado se debía a que además de quedarse sin luz –y sin poder ver la televisión los que disponen de ella–, también se quedaron sin agua, pues esta llega bombeada hasta las celdas y la máquina se paró.

La avería, en principio, debería haberse visto paliada por el equipo auxiliar electrógeno que tiene la prisión, pero este también falló y solo permanecieron encendidos los pilotos de las luces de emergencia, algunos de los cuales también llegaron a fundirse en ese intervalo de tiempo, según informaron fuentes penitenciarias.

Las cámaras de seguridad dejaron de funcionar por la falta de suministro eléctrico y fueron los funcionarios de prisiones quienes suplieron esa falta de control con su presencia física. De hecho, los que tenían previsto acabar su jornada laboral entre las 21.30 y las 22.00 tuvieron que alargarla forzosamente ante la gravedad del incidente y la incertidumbre de no saber cuándo podía volver la luz.

Según informaron fuentes de Endesa, más que una avería lo que se produjo fue una desconexión de la línea de 45 kilovoltios de la subestación Zuera-Puilatos, que da servicio a siete clientes de la zona, entre ellos al Centro Penitenciario de Zaragoza. El corte se registró a las 21.31. Varios operarios se dirigieron a ese punto y tras recorrer toda la línea no encontraron ninguna avería. Por esta razón, la conclusión a la que llegaron es que fue fruto de un cortocircuito producido, con una alta probabilidad, por la caída de un trozo de nido de cigüeña (algunos pueden alcanzar los 1.000 kilogramos) sobre el tendido eléctrico. Después de comprobar la línea, el suministro se repuso de nuevo a las 23.02, según informaron las mismas fuentes.

En los macrocentros penitenciarios como el de Zuera las celdas se cierran automáticamente y, afortunadamente, el fallo eléctrico no alteró su mecanismo ni provocó que se abrieran. Aún así, los funcionarios hicieron a medianoche un recuento extraordinario de presos para comprobar que no se había registrado ninguna fuga ni tampoco ninguna agresión y que todo estaba en orden, a pesar de lo excepcional de lo ocurrido.

Estas fuentes del ámbito penitenciario cuestionaron los fallos del sistema no tanto por el cortocircuito que se produjo en la línea eléctrica, algo que es imprevisible y ajeno completamente al centro, sino porque no funcionara el equipo electrógeno de emergencia. Añadieron que los recortes efectuados por el Gobierno en los últimos diez años han repercutido en todos los ámbitos, desde el salarial, pasando por las plantillas hasta llegar a las contrataciones de empresas externas para cubrir servicios, como el de mantenimiento de las cárceles.

«Si contratas empresas con precios a la baja y no tienes servicios como es debido pueden pasar incidentes tan graves como el del sábado», indicaron estas fuentes.

A lo largo de este año los funcionarios de prisiones se han movilizado por toda España para exigir el mismo salario por desempañar las mismas funciones en las distintas cárceles del país y acabar con la brecha salarial que se produce entre diferentes Comunidades. La protesta que hicieron los de la cárcel de Daroca acabó con seis heridos tras una carga de la Guardia Civil.