La FeSP-UGT de Castilla y León vuelve a denunciar la política de recortes salvajes que la Consejería de Sanidad viene realizando desde el año 2012.
La actuación del Consejero de Sanidad demuestra que lo que se realiza no es una política sanitaria sino una política económica en la que prima el ahorro a costa de la salud de los ciudadanos y de los trabajadores sanitarios de esta Comunidad.
La ciudadanía está sufriendo el resultado de los recortes: plantillas recortadas que repercuten también en las condiciones de trabajo de nuestros trabajadores de sanidad, cierre de plantas, aumento de listas de espera, consultorios cerrados, agendas cerradas, urgencias saturadas…
La incompetencia de los gestores está siendo suplida por la profesionalidad de nuestros trabajadores.
La ciudadanía está viendo como el Consejero y el propio Presidente de la Junta de Castilla y León hacen oídos sordos a las demandas y necesidades sanitarias.
El Presidente de la Junta de Castilla y León debe actuar con carácter urgente, la ciudadanía está cansada y enfadada. La manifestación del pasado día 19 de marzo en Benavente ha marcado un punto de inflexión, que todos los ciudadanos de esta Comunidad deben seguir como ejemplo.
La Junta de Castilla y León debe reflexionar y terminar con estas políticas de recortes salvajes, que han colmado la paciencia de la ciudadanía y la de los profesionales.
Lo mismo ha sucedido con el cierre de la planta 12 del hospital de León, el cierre provocó el hacinamiento de 50 pacientes en camas cruzadas, pacientes en urgencias más de 12 horas a la espera de una cama, ingresos programados que se ven obligados a volver a su domicilio y todo ello con una planta completa cerrada.
UGT se alegra que las denuncias que ha venido realizando a lo largo de estos últimos días haya dado sus frutos, pero lamenta que los pacientes tengan que sufrir las irresponsabilidades de los gestores de la sanidad de esta Comunidad.
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