Los datos de IPC, correspondientes al mes de marzo, publicados hoy por el INE recogen una variación mensual de los precios del 0,0% respecto al mes anterior, situando la tasa interanual en el 2,3%. Para UGT, continúa una situación de precios al alza que acentúa la necesidad de aumentar los salarios para afianzar el crecimiento económico. Sin embargo, el Gobierno, en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 propone una subida de los salarios públicos un decepcionante 1% y de las pensiones un 0,25%. La recuperación se debe ver en los salarios y en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017. Si la economía crece, hay que rescatar de una vez a las personas que han sufrido más con esta crisis y asentar los pilares de un crecimiento económico justo, sostenible y eficiente.

Según los datos publicados hoy por el INE, el IPC se situó en marzo en el 2,3%, con una tasa mensual de 0,0%, cuatro décimas superior a la registrada en febrero. Los grupos con mayor incidencia en el descenso de la tasa anual son el transporte, con una tasa anual dos puntos por debajo de la de febrero, derivada casi en su totalidad por el descenso de precios de los carburantes, frente a la subida de marzo de 2016, y la vivienda, cuya variación anual baja un punto y medio por los precios de la electricidad.

La inflación subyacente, sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, se sitúa en el 0,9%, una décima por debajo del mes anterior, y 1,4 puntos por debajo del IPC general.

Con respecto al Índice de Precios de Consumo Armonizado, registra una variación mensual del 1,1%, y se sitúa en el mes de marzo en una tasa anual de 2,1%, nueve décimas menos que en febrero, de modo que España se sitúa seis décimas por encima de la media de la zona euro que, según el indicador adelantado, estará en febrero en 1,5%, reduciendo la distancia de un punto registrada en el mes anterior.

Conclusiones

Continúa una situación de precios al alza que acentúa la necesidad de negociar subidas salariales que permitan la recuperación de poder adquisitivo, tras la intensa devaluación sufrida durante la recesión. La recuperación económica tiene que llegar a las rentas salariales, las prestaciones sociales y las pensiones.

UGT denuncia que, por el contrario, el Gobierno plantea unos Presupuestos en los que propone menos gasto público, especialmente social, y menos inversión, con una subida de los salarios de los empleados públicos del 1%, la misma subida decepcionante que aplica al IPREM, y un ridículo incremento del 0,25% de las pensiones, que también supone una fuerte pérdida de capacidad de compra, condenando a millones de personas a perder una vez más poder adquisitivo a pesar del crecimiento sostenido de la economía.

Además, estos Presupuestos recortan un 4,8% el gasto en empleo, un descenso que se suma a los anteriores, dando lugar a una merma de recursos para políticas de empleo del 38,5% entre 2010 y 2017 y a pesar de que la mitad de los desempleados no cobran ningún tipo de prestación.

La situación económica aconseja trasladar sin más dilación el crecimiento económico a las familias, a los trabajadores, pensionistas y desempleados. El encarecimiento de los precios frente al nulo o escasísimo crecimiento de salarios, pensiones y prestaciones y el aumento de la precariedad, provoca un mayor empobrecimiento, que se suma al ocasionado por la mala gestión de la crisis. Es urgente rescatar a las personas.

UGT reclama un plan de choque para la creación de empleos de calidad, con salarios dignos, un modelo de crecimiento capaz de reducir la pobreza, que recupere derechos económicos y laborales y servicios públicos esenciales y que asegure la protección social de las personas en situación de desempleo.

Han aumentado los beneficios y hay que repartir las rentas a través de la negociación colectiva. Y, aunque la nueva propuesta es insuficiente, el sindicato valora el cambio de actitud de las organizaciones empresariales, por lo hay que aprovechar para relanzar el diálogo y ultimar el contenido de un acuerdo que ayude a mejorar el empleo y los salarios en nuestro país, en un contexto de incremento mantenido los beneficios empresariales, de los dividendos, incluso de los salarios de los altos directivos.

La Unión General de Trabajadores considera fundamental que la negociación salarial de 2017 tenga en cuenta la situación de partida de intensas pérdidas de poder adquisitivo, así como la fase de crecimiento económico y la evolución de los precios.

Los salarios deben aumentar suficiente para colaborar a la reducción de las desigualdades y de la pobreza, reforzando el crecimiento económico. Por tanto, deben crecer por encima de la inflación y ganar participación sobre el reparto de la renta, para lo cual los aumentos salariales a nivel agregado deben ser superiores a los aumentos de productividad. Además, es fundamental recuperar la inclusión en los convenios de la cláusula de garantía para el caso de que la inflación a final de año sea superior a la prevista.