No aguantamos más, no tragamos más… Es tiempo de movilizaciones, es tiempo de ganar

No aguantamos es tiempo de ganar

Las manifestaciones del Primero de Mayo convocadas por UGT y CCOO tuvieron un seguimiento muy grande a todas luces, y a pesar de las dificultades meteorológicas o festivas del macropuente. ¿Qué significa este gran apoyo? Sencillamente, que la gente está harta y quiere manifestar su cansancio, debe que no aguantamos tanta desigualdad, que no tragamos más injusticias, que queremos recuperar nuestros derechos y conseguir otros nuevos, que es tiempo de ganar, pero ganar todos, no solo los ricos, y especialmente los que menos tienen. Porque ya es hora de rescatar personas y no solo autopistas y bancos.

Antes de esta jornada de protesta y reivindicación, ya sabíamos que iba a ser un éxito. El trabajo realizado por todas las compañeras y compañeros de la organización, las movilizaciones feministas del 8 de marzo y las manifestaciones por unas pensiones dignas nos permitieron augurar un gran respaldo, porque la gente se ha dado cuenta que las movilizaciones son la palanca para cambiar las cosas, para que el Gobierno (que decía que no había dinero salvo para rescatar autopistas) cambie sus políticas, para que los empresarios se den cuenta de que es necesario repartir la riqueza y que eso es bueno para todos. Y así pasó. Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia, Bilbao, Sevilla… hasta 70 ciudades de nuestro país se volcaron por una reclamación justa, para decir que hasta aquí hemos llegado, que ahora les toca ganar a los trabajadores y trabajadoras y sus familias, a los que más sufrieron la crisis, a los que aún padecen sus consecuencias, a los más desfavorecidos, a los pobres.

Movilizaciones feministas

Entre otras muchas cosas, este Primero de Mayo ha servido para que cientos de miles de mujeres y hombres den otro paso fundamental para denunciar la injusticia de la desigualdad salarial, de la discriminación por razón de género, del acoso, del maltrato, del terrorismo machista, en un contexto de indignación por la injusta sentencia del caso de violación (sí, he dicho violación) de “La Manada”. Ha servido para hacer ver tanto al Gobierno como a todos los partidos políticos y a los empresarios que vamos a seguir luchando para conseguir eliminar la brecha salarial y de las pensiones, el acoso y el maltrato, de nuestras vidas.

El 8 de marzo de 2018 ha servido para dar un gran paso en esta materia, pero aún queda mucho trabajo por hacer. UGT no es feminista solo el día 8 de marzo, si no todos los días del año, y vamos a seguir demostrándolo.
Las trabajadoras han hablado, los trabajadores también, y la calle ha pedido igualdad y justicia. Ahora es el momento de que el Gobierno, los partidos políticos, la patronal y las empresas tengan claro que deben actuar, que no vamos a permitir más inmovilismo y que vamos a seguir peleando por que nuestras compañeras puedan tener los derechos que se merecen. Por eso hemos considerado necesario dar la relevancia que se merece a las reivindicaciones de igualdad animadas por la infame sentencia dictada contra la denominada “manada”.

Manifestaciones por la justicia social y laboral

Y ha servido para que los pensionistas digan una vez más que no vamos a admitir la injusticia de que se suban las pensiones un miserablemente 0,25% este año, pero que las rectificaciones que el Gobierno ha tenido que hacer en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) tampoco son suficientes y queremos que derogue la Reforma de las Pensiones del 2013.

Y en estas manifestaciones han sido también protagonizadas por decenas miles de parados, que exigen un plan de choque por el empleo y más cobertura a los desempleados, especialmente de larga duración; por decenas de miles de trabajadores, especialmente jóvenes y mujeres, que sufren la temporalidad, la precariedad y la desigualdad salarial y laboral y dicen que ya basta, que quieren un trabajo con derechos que les permita realizar un proyecto de vida digno, que reclaman un salario justo y que suban más los sueldos más bajos.

Y ha sido la jornada de lucha y reivindicaciones de miles de personas que reclaman más políticas sociales, que haya una política de dependencia que respete al menos la ley, que son necesarias políticas de viviendas sociales que permitan vivir con dignidad a las familias y evitar la especulación, que son fundamentales políticas educativas que aseguren un futuro a nuestros hijos e hijas (para lo que es fundamental una política de tasas y becas justa y equitativa), sin olvidar una política fiscal justa, progresiva que distribuya la riqueza que se genera en este país.

Una cuestión de justicia

Es una cuestión de justicia. Si la economía crece a ritmos del 3% de PIB, suben los beneficios empresariales, se reparten más dividendos, se incrementan los sueldos de los directivos empresariales, y si la inflación se mantiene en torno al 2% en lo que llevamos de año, ¿por qué no pueden aumentar los salarios, las pensiones, la protección por desempleo, las políticas sociales..,? Son razones más que suficientes. Son razones de justicia.

Además, la recuperación del poder de compra de todas esas rentas derivadas del trabajo (porque todas lo son) y la garantía de que no se va a producir pérdida de poder adquisitivo constituyen un elemento importante para impulsar la demanda interna, y con ella, consolidar el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad, estable y con derechos.

Por eso, desde UGT hemos valorado muy positivamente esa participación y desde aquí he querido dedicar mi blog de hoy a los centenares de miles de compañeras y compañeros que nos acompañaron este Primero de Mayo feminista, juvenil, y pensionista, en las manifestaciones convocadas en toda España.

Más movilizaciones para cambiar las injusticias

Pero este proceso movilizador no puede terminar aquí. Al contrario. El seguimiento de las convocatorias realizadas hasta la fecha indican que debemos continuar en el proceso de acumulación de fuerzas si aspiramos a forzar un cambio en la posición de los empresarios en lo referente a la negociación colectiva y el ANCE y la del Gobierno en el marco del diálogo social, máxime cuando se ha demostrado como éstas están haciendo mella en la posición del Gobierno en la que influye su debilidad política y la cercanía del inicio del ciclo electoral, como ha puesto de manifiesto el acuerdo sobre pensiones entre PP y PNV reflejada en los PGE.

PD: Ahora es momento, también, de agradecer a todas y cada una de vosotras y vosotros, afiliados, militantes y cuadros sindicales de UGT, el trabajo realizado. Sin vuestra empeño estas manifestaciones y su repercusión hubiesen sido imposibles. Y quiero agradecer también su labor a todas y todos las trabajadoras y trabajadores de la organización, porque sin su participación habría sido imposible dar cobertura a todas las movilizaciones que se realizaron. Un enorme trabajo coral con el único fin solidario de conseguir más bienestar, más derechos y más justicia para nuestros conciudadanos y conciudadanas.