UGT apuesta por medidas educativas y no coercitivas en los centros educativos

medidas educativas no coercitivas

Ante las noticias de la Fiscalía General del Estado en su memoria anual que afirman que “la gravedad de ciertas denuncias y lo delicado de los entornos en que se producen los hechos (espacios de encomienda o custodia de menores para su cuidado, educación, entrenamiento, etc.) podría llevar a normalizar la adopción de medidas de grabación en vídeo de espacios cerrados (despachos, aulas…)”, el sindicato manifiesta que dichas afirmaciones generan inquietud y alarma en la comunidad educativa.

El Sector de Enseñanza de UGT considera que las aulas de nuestros centros escolares no precisan cámaras de vigilancia, sino más y mejores recursos, tanto materiales como humanos, para responder a las necesidades de la diversidad del alumnado.

Por otra parte, estas medidas que anuncia la Fiscalía atentan contra las libertades y se plantean como coercitivas y para nada propician acciones de prevención. El mundo educativo no requiere medidas de videovigilancia que creen la sensación de estar permanentemente vigilados. Las relaciones entre los diferentes miembros de la comunidad educativa deben ser lo suficientemente claras y fluídas, con unos objetivos comunes que hagan innecesario el uso de estas modernas técnicas de control. Alguna circunstancia excepcional podría justificar la observación temporal de alguna conducta, pero iniciar este camino puede llevarnos a una relación de desconfianza mutua, contraria a lo que debe guiar el sistema educativo: metas y objetivos comunes para una mejor educación de los alumnos y alumnas con la participación de la comunidad escolar.

El sindicato apuesta por medidas eficaces que contribuyan a paliar los problemas de acoso, intimidación, agresividad y violencia que puedan producirse en el entorno escolar y que puedan alterar la convivencia en las aulas e impedir el aprovechamiento académico. En este sentido exigimos que las Administraciones educativas doten con más profesorado y con mediadores y/o profesionales especializados que ayuden a prevenir las conductas antisociales que se puedan producir. Consideramos que la educación en valores es imprescindible para potenciar espacios de convivencia y respeto.