El 17 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente que surgió con un objetivo y principio fundamental de la medicina “no hacer daño al paciente”.

En este día, por la especial situación que estamos viviendo, se quiere hacer una llamada a la   concienciación y fomentar la adopción de medidas y prácticas seguras que contribuyan a una atención sanitaria más segura estrechamente ligada a la seguridad de los pacientes.

La pandemia de COVID-19 que estamos viviendo no se lo está poniendo fácil a la atención sanitaria y en consecuencia a la seguridad de los pacientes. Los sistemas de salud están sufriendo una enorme presión y los profesionales sanitarios están haciendo frente a esta situación con grandes dificultades y con los medios de seguridad que disponen que no siempre son los suficientes. Trabajar en condiciones de estrés aumenta el riesgo de sufrir accidentes y de infectarse.

La salud de los profesionales sanitarios es una prioridad en la lucha de esta pandemia, los necesitamos más que nunca, por ello, es necesario invertir con urgencia en su seguridad y en consecuencia, se contribuirá a la seguridad de los pacientes.

Se deben involucrar todos los actores interesados para fomentar la adopción de estrategias que mejoren la seguridad de los trabajadores de la salud y de los pacientes.

Desde la FeSP no nos cansamos de reconocer la dedicación y el incansable trabajo del personal sanitario, especialmente en la actual lucha contra la COVID-19 y nos unimos a la campaña de la OMS para defender la seguridad de estos profesionales y la de los pacientes como una prioridad de salud mundial.