Los muertos de la Dirección General

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Los datos:

Según su informe Nº 1.156, el Tribunal de Cuentas ha detectado que casi 30.000 personas, que figuran como fallecidos, seguían cobrando una pensión en 2014 por un importe total de 25 millones mensuales.

La Seguridad Social no comparte las conclusiones y alega que hay un cruce diario con el registro de defunciones y que, por lo tanto, el margen de error es mínimo.

Hubo revuelo cuando hace poco se discutió sobre cuántos eran los miles de muertos que seguían cobrando pensión.

Treinta mil, veinte mil, diez mil… Los voceros de una y otra facción clamaron desde las atalayas de sus instituciones acusándose y justificando sus contradictorias declaraciones sobre este asunto.

El Tribunal de Cuentas, el Instituto Nacional de Estadística, y el de la Seguridad Social, en un alarde de desorganización del Estado cruzaron sus llamativas cifras y sumaron otro escándalo a la larga lista de los que cada día obsequian los administradores a los administrados.

La noticia de que treinta mil muertos siguen cobrando pensión duró en la prensa lo que tardan en aparecer otras peores, que es nada, pero bien vale la pena recordar algunos aspectos que salieron a la luz en los medios por esta causa y que nos afectan directamente:

El INSS reconoció públicamente  que destinaba poco personal a la gestión de deudas, y que “la escasez de personal exige dar prioridad a las áreas relacionadas con el reconocimiento y mantenimiento de las prestaciones” lo que, sin dejar de ser una barbaridad, es una indiscutible verdad frente a la que nadie hace nada.

Pero también el Tribunal de Cuentas, a lo largo de su rapapolvo, reiteró en repetidas ocasiones que la Dirección General del INSS debe de homogeneizar, coordinar y supervisar las actuaciones de las Direcciones Provinciales. Deber incumplido según el Alto Tribunal, e incumplimiento que por el momento no va a repercutir en la productividad de la DG, puesto que, como es sabido, la Dirección General no tiene objetivos.

El incumplimiento de estas mismas funciones en materia de personal, que no ha denunciado el Tribunal de Cuentas ya que no es su función, pero si la UGT, provoca una diversidad de políticas de personal en las diferentes Direcciones Provinciales que a su vez son la causa de una desigualdad injusta en cuanto a las condiciones de trabajo.

Los muertos pensionistas han venido a turbar el descanso del que, sobre las Direcciones Provinciales, venía disfrutando la Dirección General. Desde UGT hacemos un llamamiento a que “despierte” en cuanto a sus obligaciones en materia del poco personal que vamos quedando.