La recuperación del mercado laboral en la UE ha generado un «claro repunte» de la justicia social en los países miembros, pero España, a pesar de una ligera mejoría, sigue a la cola de los 28, sólo por delante de Bulgaria, Rumania y Grecia, según un estudio de la Fundación Bertelsmann. www.bertelsmann-stiftung.de
El «Índice de Justicia Social 2017», publicado en vísperas de la Cumbre social (#SocialSummit17) que reúne a los líderes europeos en Gotemburgo (Suecia), analiza un total de 38 criterios sociales y económicos y vuelve a estar liderado por Dinamarca, Suecia y Finlandia. Los tres obtienen una calificación por encima del 7, mientras que Grecia sigue cerrando la lista con un 3,7.
España queda con un 4,96 -frente al 4,76 del año pasado- y obtiene su mejor clasificación al estudiarse la salud y la sanidad (puesto 12), pero continúa en el grupo de los cinco últimos países en dos de las seis dimensiones de justicia social analizadas: acceso al mercado laboral (puesto 27) y equidad en la educación (23).
Este informe constata la recuperación del mercado laboral en la mayoría de los países miembros -el desempleo en 2016 disminuyó hasta un 8,7% en el promedio de la Unión, desde el 11% que se registraba en 2013- es el «motor principal» de la mejora en las oportunidades de participación, pero también que se avanza a dos velocidades.
En nuestro país, desde que empezara la crisis, los parados de larga duración han visto como su número aumentaba del 2 % en 2008 a un alarmante 11,5 %. Las personas con un nivel de formación inferior al segundo ciclo de enseñanza secundaria tienen una tasa de paro mucho más alta: 28,9 % (puesto 27). Entre los jóvenes, la tasa de desempleo prácticamente se ha duplicado desde 2008. Con un 48,3 % de paro entre las personas de 15-24 años (puesto 27), el Gobierno español se enfrenta a un desafío político verdaderamente urgente.
Según los autores del estudio, llama la atención que siga aumentando el número de personas que, a pesar de ejercer una actividad remunerada a tiempo completo, están en riesgo de pobreza. En 2015, un 7,8 % de los empleados a tiempo completo estaba en riesgo de pobreza en la UE. En 2013, representaban un 7,2 %. Los motivos de esta situación son, entre otros, un creciente sector de salarios bajos y una división de los mercados laborales en formas regulares y atípicas de empleo.
El informe muestra que el 26,5 por ciento de los niños y jóvenes menores de 18 años están en riesgo de pobreza en la UE, porcentaje que sube al 32,9 por ciento en España. En los países en crisis —Grecia, Italia, España y Portugal— las oportunidades de participación de los jóvenes son claramente peores, como promedio, uno de cada tres niños (33,8 %) está en riesgo de pobreza. En estos cuatro países, a día de hoy hay alrededor de un millón de niños y jóvenes más en riesgo de pobreza y exclusión social que en 2008.
Aart De Geus, presidente y director ejecutivo de la Fundación, considera que esta situación de “jóvenes descolgados” representa una amenaza para el futuro de la sociedad: “La creciente falta de perspectivas de muchas personas jóvenes da alas a los movimientos populistas en auge. No podemos correr el riesgo de que la juventud se retire decepcionada y frustrada de la sociedad”.